Mujeres que generan dinamismo en nuestro Vecindario

Recordar es volver a vivir, cuando las historias se quedan en el autor nos perdemos de vivir esa experiencia, Vecindario es lo que es hoy porque familias enteras lideraron el camino en la innovación y el cambio positivo en muchos sectores, hoy contamos desde la voz de diferentes mujeres como fueron sus inicios, como alguien sin apenas tener una peseta en su bolsillo ha construido un castillo, no por la ostentación de un edificio, sino por la fortaleza, por la creencia de un mejor destino.

 En el apasionante mundo de los negocios, hay mujeres que desafían los estereotipos y se convierten en verdaderas fuerzas impulsoras de cambio. En nuestro especial "Mujeres que Generan Dinamismo", descubrimos historias inspiradoras de mujeres que han dejado una huella imborrable en el ámbito empresarial. Sin embargo, cuando nos sumergimos en la vida y los logros de doña Ana Marrero, nos damos cuenta de que ella personifica la esencia misma de la palabra "dinamismo".

Las historias de éxito a menudo están lideradas por figuras imponentes, existe una joya oculta detrás del fulgor de los reflectores. Mientras José Bolaños, el audaz 'patriarca' de la familia, se erige como el fundador del prestigioso Grupo Bolaños, hay una mente maestra que ha sido fundamental en el crecimiento y la prosperidad de esta dinastía empresarial: Ana Marrero, la arquitecta de los cimientos. Detrás de la figura serena y su sonrisa enigmática, Ana ha sido su consejera y socia silenciosa, guiándolo con su sagacidad empresarial y su visión aguda. Ella ha tejido una tela de estrategias ingeniosas, tomando decisiones audaces y sobrepasando momentos de caos. Ella ha jugado un papel crucial en el éxito del Grupo Bolaños, moviendo hilos con precisión quirúrgica para garantizar el crecimiento y la expansión constante.

A primera vista, Ana Marrero puede parecer una mujer sencilla pero al escuchar sus historias se evidencia una poderosa e incansable visionaria. Desde su papel familiar, como madre, abuela y bisabuela, pasando por su papel fundamental en el crecimiento del Grupo Bolaños hasta su dedicación incansable a fomentar la innovación y el progreso en el sector empresarial, Ana Marrero ha desafiado los límites y ha demostrado que la pasión y el dinamismo no tienen edad ni género.

Tabaco y café, fueron los productos del inicio, ellos, servidores de las necesidades de una población en la que el transporte de por sí ya era limitante, personas puestas al servicio de una comunidad que aún no estaba muy definida, esta,  es la crónica de Vecindario, una historia entrelazada con los aromas y sabores que perviven en la memoria colectiva, recordándonos la importancia de los productos de primera necesidad y las personas comprometidas que forjaron el camino hacia un futuro que aún no termina de escribirse.  

Sumergirse en el mundo de un empresario exitoso implica comprender no solo sus logros profesionales, sino también descubrir la esencia de la persona detrás del título. En el caso de Ana, su generosidad resalta como uno de los rasgos más distintivos de su personalidad. Desde el momento en que cruzas el umbral de su hogar, te das cuenta de que su mesa siempre está lista para recibir a todos los que lleguen, y su cocina rebosa de deliciosos potajes, porque nunca se sabe quién puede aparecer en su casa ese día. Ana Marrero ha convertido la hospitalidad en una forma de vida. Su corazón generoso y su deseo de compartir momentos especiales con los demás se reflejan en cada detalle de su hogar. Ya sea un familiar, un amigo de toda la vida o un extraño que acaba de conocer, Ana les da la bienvenida.

El testimonio de los empleados no hace más que confirmar la imagen de generosidad y apoyo que rodea a Ana. Su reputación de brindar respaldo y estar dispuesta a ayudar a otros a alcanzar sus metas y sueños es profundamente valorada por aquellos que trabajan a su lado. Su enfoque trasciende el éxito individual y se enfoca en crear un entorno en el que todos puedan florecer.

Para Ana, el éxito no se trata solo de lograr metas personales, sino de crear una cultura de colaboración y crecimiento mutuo. Ella entiende que el verdadero triunfo no radica únicamente en sus propios logros, sino en el éxito colectivo de su equipo, su familia y su región.

Para Ana, cada detalle importa, desde el ordenamiento de un "Palé" recién llegado hasta el cuidado amoroso de su huerta propia. Ella comprende la importancia de la organización y el cuidado en todos los aspectos de su negocio, desde la disposición de los productos en el supermercado hasta el origen de los alimentos que se ofrecen a los clientes.

El ordenamiento de una estantería, es una  tarea que algunos podrían considerar trivial, pero para Ana es un acto de dedicación y cuidado. Ella entiende que cada producto tiene su lugar y a sus 81 años sube las escaleras para ordenar en las alturas,  para ella es muy importante estar y conocer todos los roles que abarca la empresa porque así  se satisface asertivamente las necesidades de los clientes.

"A través de su atención meticulosa al detalle, asegura que los productos estén dispuestos de manera eficiente y atractiva, hemos aprendido en familia, mis padres no lo tuvieron fácil, antes habían muchas limitantes y quizás por eso desde nuestra empresa se valora cada mejora, el  amor por el negocio va más allá de los productos que llegan al supermercado, tenemos una huerta propia, donde se cultivan la mayoría de los productos agrícolas que ofrecemos y este es un reflejo de nuestro compromiso con la calidad y la sostenibilidad... Mi madre  contempla con amor cada planta, cuidando de ellas como si fueran parte de su propia familia y este vínculo íntimo con la tierra y los alimentos no solo se  traduce en productos frescos y de alta calidad sino con el compromiso por enaltecer la canariedad, somos orgullosamente canarios y nuestros padres se han preocupado por que cada generación en nuestra familia lo tenga muy presente" comenta su hija Alicia Bolaños.

El conocimiento y la experiencia de Ana se extienden más allá de los aspectos comerciales. También abarcan un profundo entendimiento de las dinámicas del mercado local, las necesidades de los clientes y la importancia de establecer relaciones sólidas con proveedores y colaboradores. Su habilidad para identificar oportunidades, mitigar riesgos y tomar decisiones estratégicas ha sido fundamental en el éxito del Grupo Bolaños.

Doña Anna tiene 8 hijos,  14 nietos y 6 bisnietos y  destaca el trabajo que ha realizado con sus hijas, el legado de las mujeres Bolaños no solo se encuentra en su participación empresarial, sino también en su capacidad para inspirar y empoderar a otras mujeres dentro y fuera del grupo. Su presencia en roles de liderazgo ha servido como ejemplo para otras mujeres que desean incursionar en el mundo empresarial y desafiar los estereotipos de género.

La historia de Ana Marrero es una inspiración de perseverancia y determinación. A lo largo de sus 63 años de matrimonio, ha enfrentado desafíos y sacrificios, pero ha demostrado que el trabajo arduo y la pasión por aprender pueden abrir puertas hacia un futuro mejor.

Desde joven, Ana siempre tuvo un espíritu inquieto y sed de conocimiento. Su amor por los crucigramas y el estudio la impulsaron a buscar constantemente nuevas formas de aprender y crecer intelectualmente. A pesar de las limitaciones y las dificultades que enfrentó en su juventud, nunca dejó de perseguir su pasión por el aprendizaje.

El matrimonio de Ana con un hombre humilde y proveniente de una situación económica desfavorecida fue un desafío para su familia, que tenía una panadería próspera. Sin embargo, Ana y José Bolaños vieron en su unión una oportunidad para demostrar que podían superar las expectativas y salir adelante juntos. Su dedicación y esfuerzo dieron frutos, y el resultado de su trabajo arduo se ha convertido en un legado para su familia.

El hecho de que Ana y su esposo no hayan heredado lo que ahora tienen es un testimonio de su tenacidad. Han demostrado que la determinación y la voluntad de aprender pueden marcar la diferencia en la vida de una persona y de una familia, es un recordatorio de que el éxito no se limita al estatus social o a las circunstancias iniciales, sino que está impulsado por la pasión, la perseverancia y la capacidad de superar los obstáculos, lamentablemente, en el año 2002, Ana Marrero,  su esposo y uno de sus hijos fueron víctimas de un atraco que impactó profundamente sus vidas. Este incidente traumático puso a prueba su fortaleza y determinación, pero también fue un catalizador para un cambio significativo en su perspectiva de vida,  en lugar de dejarse consumir por el miedo y la desesperanza, Ana y su esposo encontraron en esta experiencia la fuerza para seguir adelante y fortalecer su resiliencia.

Su experiencia es un ejemplo inspirador para aquellos que enfrentan desafíos, mostrando que con trabajo arduo y determinación, es posible alcanzar los sueños y superar cualquier adversidad.

Con más de 200 empleados, el Grupo Bolaños se destaca por ser una fuente importante de empleo en la comunidad. El compromiso de la familia Bolaños con su equipo humano es evidente en la manera en que valoran y cuidan a sus empleados, reconociendo que son una parte integral del éxito de la empresa.

Desde muy joven, ella supo que su vocación era ser una mujer de hogar. Conocía los secretos de la cocina, de la costura, de la limpieza y la decoración, y entendía que el funcionamiento de la casa era una tarea fundamental en la misión empresarial, "la casa es la primera empresa que toda persona tiene, y por tanto debe funcionar". Doña Carmen ayudó a su madre a cuidar de sus nueve hermanos y adquirió experiencia empacando tomates en Vecindario, tal como lo hacían muchas personas en ese municipio.

Ella lo vio por primera vez en una tarde de primavera, y sintió que él sería el hombre de su vida. Él era un joven apuesto, con una sonrisa amable y una mirada profunda que la cautivó al instante. Así comenzó su historia de amor, entre idas y venidas a la Iglesia de San Rafael,  una historia que duró décadas...

Juntos, construyeron un hogar lleno de amor y una empresa de ferretería que desde siempre fue exitosa. Carmen se encargaba de la costura y el diseño de vestidos que vendía a boutiques, lo que contribuía significativamente a la economía familiar.

Con el tiempo, la familia creció y se expandió. Tuvieron tres hijos, Mary Luz, David & Paco, quienes a su vez perpetuaron un legado con  cinco nietos, todos testigos de la dedicación y el esfuerzo que pusieron sus padres en cada proyecto. Las familias crecieron desde los sueños y la lucha diaria, y aprendieron del valor del trabajo y el esfuerzo.

La empresa de ferretería fue la respuesta al deseo de doña Carmen para que don José no siguiera con el Bar "Araña del Toro" eran muchas horas de trabajo en horarios complicados,  el traspasó el bar e inició una empresa que aportaba al crecimiento urbanístico de la zona, se convirtió en una pasión  para toda la familia  familia, todos aprendieron de tornillos y pinturas y día a día el catálogo de productos se amplió a más de 15 mil referencias. Con el tiempo, se convirtieron en referentes en su comunidad, y su legado sigue vivo en la actualidad.

En todas las historias, llega un momento en que las cosas cambian. Cuando Don José partió, Carmen sintió que parte de su vida se iba con él, dejó este mundo pero en su conversación se evidencia que aún sigue enamorada y que siente no haber podido disfrutar de su compañía. Sin embargo, su legado  y valores familiares y empresariales siguen vivos en su familia y en su empresa. La memoria de su esposo y su dedicación siguen inspirando a su familia, que continúa con el compromiso de seguir adaptando la empresa a estos tiempos tan cambiantes.

Carmen fue una mujer que entendió la importancia del hogar y la familia, y que luchó por sus sueños y por el bienestar de su familia. Su ejemplo sigue inspirando a todos aquellos que les conocieron como pareja, y su legado seguirá vivo en nuestro municipio.

“Autoservicio Susana Los Pérez”,  fue el nombre de su tienda en Vecindario, que paso de  ser de 4 mts cuadrados a un gran supermercado de 650 mts, provisto de todo lo necesario para el hogar; en su mayoría ella registraba los productos y el monto que se les debía en una cuenta personal del cliente. En lugar de pagar en el momento, sus vecinos se comprometían a pagar la deuda la fecha posterior en la que recibían su salario.

Tiempos de “buena fe”, el “fiado” nunca dejo de ser un sistema de pago en su supermercado, se modernizaron las instalaciones pero Susana fue uno de los negocios que perpetuó el servicio de crédito a sus vecinos por más de 40 años.

Ella no tuvo que luchar para conseguir clientes y hacer que su marca se destacara entre la competencia, era madre, era esposa, y además,  jefe en su propio supermercado,  nunca perdió la fe en sí misma ni en su capacidad para triunfar. Continuó trabajando duro, aprendiendo de sus errores y mejorando constantemente sus productos y servicios, cuando el concepto de valor agregado aún no se había desarrollado en el ámbito empresarial, Susana compensaba a sus clientes con “paquetitos de caramelos” que a su vez negociaba con sus proveedores.

Susana describe el respeto y la fuerza de trabajo como sus más fuertes valores, pero cuando preguntas a sus clientes por ella, hablan de conexión, de servicio excepcional, de ser una mujer comprometida con los intereses de la comunidad, mejorar servicios y defender sus derechos, fue Susana una mujer líder no solo en el sector de alimentación, los viajes en grupo y las excursiones para todos esos conocidos fueron organizadas por ella,  hoy es una abuela agradecida por la vida, que expresa su alegrías y a quien dedicamos este post como agradecimiento por mejorar las condiciones de su familia y por ende de la fuerza productiva de Vecindario. Ha demostrado que con determinación, coraje y un espíritu emprendedor, cualquier persona puede alcanzar sus sueños y triunfar en el mundo empresarial.

Trabajar en familia puede permitir una transmisión más efectiva de los valores y la cultura empresarial de generación en generación, situación muy habitual en los comercios que componen la Zona Comercial Abierta de Vecindario,  lo que puede ser especialmente importante en empresas tradicionales que han estado en funcionamiento durante varias décadas,  en este caso más de 50 años. La experiencia y conocimiento acumulado a lo largo del tiempo puede ser compartido y enriquecido con nuevas ideas y perspectivas. 

Hoy desde una visión femenina preguntamos a Ylenia y María el cómo  trabajar en familia puede ser una forma de conciliar la vida laboral y familiar y empoderar a las mujeres en roles de liderazgo,  "en empresas tradicionales, trabajar en familia puede ayudar a mantener una visión a largo plazo y un enfoque en la sostenibilidad y la calidad, mi hija y yo hacemos equipo y tratamos de trasmitir los valores de la familia,  de mi marido así ahora no esté y por supuesto, las decisiones que se toman en la junta de la empresa, no es fácil mantenerse pero es fundamental que los hijos logren asumir la responsabilidad de liderar la procesos de manera moderna y creativa, manteniendo al mismo tiempo los valores y la visión de su padre, Ylenia alcanzó a compartir el trabajo al lado de su padre y hoy en su ausencia nos mantenemos unidas para sacar adelante su propósito y mantener la unión familiar" afirma María.

Ylenia, afirma que hasta el momento que no tuvo la necesidad de afrontar posturas de liderazgo,  desconfiaba de sus propias habilidades y confirma que para ella fue muy importante ese voto de confianza de su familia, para hacer algo que pensó no poder hacer, nos habla de la importancia de "inculcar valores de trabajo en equipo pero también de otorgar responsabilidades a personas que nunca han hecho algo antes pero que si tienen la actitud para hacerlo".

En el mes que se celebra el Día Internacional de la Mujer quisimos preguntar a estas mujeres líderes de empresa su opinión acerca de como perciben el entorno laboral entre mujeres, e Ylenia por su parte después de trabajar en diferentes sectores afirma que entre mujeres falta mucha empatía y ella desde su perspectiva nos aporta algunas soluciones:

+Fomentar la educación en valores: La educación en valores puede ayudar a las niñas y niños a desarrollar un sentido de responsabilidad y compromiso social. La enseñanza de valores como la solidaridad, la empatía, el respeto y la tolerancia pueden ayudar a las niñas y niños a comprender la importancia de valorar a otras mujeres y respetar las diferencias.

+Promover la enseñanza de la psicología y los recursos humanos: "más que enseñar religión creo que sería necesario enseñar psicología" afirma Ylenia quien afirma que enseñarles desde edad temprana puede ayudar  a que desde pequeños podamos comprender la importancia de las relaciones interpersonales y dejar de un lado la competencia.

+Fomentar la participación en actividades en grupo: ayudar a las niñas y niños a desarrollar habilidades sociales y a aprender a trabajar juntos de manera efectiva y empática.

+Crear espacios seguros para las niñas: "que desde niñas puede ayudarlas a sentirse cómodas y seguras para expresarse y compartir sus pensamientos y sentimientos a cultivar más los valores de la amistad, y esto podría ser a través de programas extracurriculares y eventos específicos para niñas".

A lo largo de su vida, Leticia desarrolla diversos roles con maestría. Es madre, docente, empresaria y especialista en medicina física y rehabilitación. Pero su mayor logro empresarial ha sido emprender y crear  un Centro Médico en el local de sus padres en la Calle Agáldar, 22 y ayudar así, a personas con dolor.

Esta iniciativa surge de su profundo compromiso con el bienestar de los demás y su deseo innato de hacer del mundo un lugar mejor.

Ella, junto con su padre, restauró el local que anteriormente había sido una carpintería y creó su propia marca. Con una visión vanguardista, decidió incorporar la mejor tecnología de descompresión discal en su centro de rehabilitación. Su enfoque innovador y su compromiso con la excelencia en el tratamiento del dolor la convierten en una líder en su campo. Leticia trabaja incansablemente para asegurarse de que su centro  sea un lugar de vanguardia, donde los pacientes puedan recibir el mejor cuidado posible. Está constantemente actualizada en los últimos avances en su campo y busca continuamente nuevas formas de mejorar los servicios que ofrece.

Su visión de la vida es única y singular. En algún momento trabajando para terceros,  se siente incomprendida por aquellos que no comparten su perspectiva, "Ser la médico de un equipo netamente masculino me costó mucho", afirma Leticia con una sonrisa en su rostro. Recordando los desafíos que enfrentó al ingresar en el mundo deportivo, sabe que no fue fácil abrirse camino en un entorno predominantemente masculino, su dedicación, determinación y ética profesional han sido fundamentales en su camino para abrirse paso y ganarse el respeto en este ámbito. Su historia es un testimonio inspirador de cómo una mujer puede triunfar en un campo tradicionalmente dominado por hombres, demostrando que el género no define la capacidad y el éxito en la profesión, sin embargo afirma que falta mucho por recorrer en el ámbito de igualdad laboral.

Pero nada la detiene en su búsqueda de la felicidad. Leticia tiene claro que la libertad y la independencia son sus posesiones más preciadas, y no renuncia a ellas por nada, ha creado su Centro con sus valores y con el conocimiento que le da el hecho de ser deportista desde muy joven cuando practicaba baloncesto, su experiencia en este deporte ha sido una parte integral de su formación y ha influido en su enfoque de la medicina y la rehabilitación. Una de las habilidades que Leticia ha aprendido del baloncesto es el trabajo en equipo. Como jugadora, ha aprendido la importancia de la colaboración, la comunicación y la confianza en el trabajo en equipo para alcanzar objetivos comunes. Esta habilidad se ha transferido a su enfoque en la medicina física y rehabilitación, donde trabaja en estrecha colaboración con otros profesionales de la salud, terapeutas y pacientes para desarrollar planes de tratamiento integrales y personalizados.

Leticia se fortalece con la seguridad en sí misma y la confianza en sus valores.  "Respeto, formación y escucha", lo que evidencia una base sólida de autoestima y seguridad en sí misma. 

Una de las características más admirables de Leticia es su capacidad para respetar a los demás en sus diferencias. No teme lo diferente, sino que lo observa con mente abierta, buscando enriquecerse emocionalmente a través de la diversidad.  A pesar de los desafíos y las dificultades que enfrenta en su camino, Leticia nunca pierde de vista su visión de la vida y su propósito de ayudar a los demás, constantemente hace viajes relacionados con su práctica médica, donde busca soluciones y tratamientos actualizados para ayudar a sus pacientes a recuperarse de lesiones y mejorar su calidad de vida.

Su dedicación y pasión por su trabajo en el centro de rehabilitación son evidentes en cada aspecto de su vida. Además, su habilidad para equilibrar sus roles de madre, docente, empresaria y especialista en medicina física y rehabilitación es admirable, demostrando una gran capacidad de organización y gestión del tiempo.

Leticia,  una mujer inspiradora, una líder nata que deja huella en la vida de las personas que la rodean, así que desde la Asociación de Empresarios y Profesionales de Ascoive le damos la bienvenida y esperamos seguir apoyando su actividad y aprendiendo de su experiencia y profesionalismo en su sector.